La lactancia materna, especialmente cuando es exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del bebé o de larga duración, puede reducir el riesgo de varios tipos de cáncer en las mujeres, como el cáncer de mama, ovario, endometrio y colorrectal.
Sin embargo, si una madre ya ha sido diagnosticada con cáncer de mama, debe interrumpir la lactancia durante el tratamiento. Esto se debe a los efectos secundarios que los tratamientos y procedimientos pueden tener en el bebé. Algunos medicamentos de quimioterapia y otros tratamientos pueden modificar la composición de la leche materna.
¿Cuándo se puede continuar con la lactancia materna?
Es posible reanudar la lactancia una vez que no haya tumor residual, tanto con el pecho sano como con el afectado. También se puede amamantar utilizando solo un pecho de manera exitosa.
Es importante tener en cuenta que ciertos tipos de cirugía, como la extirpación total del seno, impedirán la lactancia en el futuro porque se remueve todo el tejido mamario y el pezón. En cambio, en una extirpación parcial del seno, donde se conserva parte del tejido mamario, sí se puede considerar la lactancia.
La lactancia materna tiene muchos beneficios tanto para el bebé como para la madre. Por ello, es fundamental que cada madre reciba asesoramiento individualizado para evaluar los riesgos y beneficios de continuar con la lactancia durante el tratamiento del cáncer.
Recuerda que la lactancia materna no solo proporciona nutrición óptima para el bebé, sino que también ayuda a la madre a recuperar más rápidamente su salud tras el parto y reduce el riesgo de enfermedades a largo plazo. Además, el contacto piel a piel durante la lactancia fortalece el vínculo emocional entre madre e hijo, lo cual es especialmente importante en momentos difíciles, como el tratamiento de un cáncer.
Información brindada por nuestra profesional en Pediatría, la Dra. Marcela Carvajal Erazo
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