Mejora su lenguaje y amplía su vocabulario, fortalece la concentración, alimenta su imaginación y desarrolla su memoria. Muchos son los beneficios que brinda la lectura en los niños, por ello es importante que desde edades tempranas se les estimule este hábito, que además de ser sano, económico y educativo, es muy divertido y emocionante.
Para fomentarles el gusto por la lectura se puede comenzar incluso desde que están en el vientre de su madre. El estímulo que recibe el feto durante el embarazo, comentaba al diario El País de España Macarena Chías, psicólogo, psicoterapeuta y subdirectora del Instituto Galene, es el primer paso que refuerza el vínculo emocional con sus padres.
Los bebés comienzan a escuchar los sonidos externos a partir del quinto o sexto mes de gestación, por lo tanto, leerles es una manera de que vayan identificando las voces de quienes serán sus padres o hermanos. Hay muchas evidencias científicas que afirman del efecto que tiene la lectura en aspectos como su desarrollo lingüístico, psicomotricidad fina y gruesa y coordinación somato-sensorial, es decir reconocer los movimientos del cuerpo.
Al nacer, incluso si se hace desde su primer día de vida, la lectura es uno de los hábitos más efectivos para que los niños descubran que hay un mundo en el lenguaje, de acuerdo con Diana Milena Trujillo, de la Subdirección de gestión técnica para la atención a la primera infancia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

¿Cuándo y dónde leerles?

Dice Trujillo que los padres, los cuidadores y los profesores que estén a cargo de los niños deben encontrar un momento en el día en que se le pueda dedicar un tiempo que no tiene que ser muy prolongado, con unos quince minutos en promedio es suficiente.

Lo importante es que ese instante sea de dedicación plena para introducirlos en la lectura. Según la educadora chilena de párvulos, Claudia Wuth Olave, este hábito no debe ser impuesto y, al contrario, los niños deben sentir que al escoger un libro están seleccionando
a un amigo con el cual se divertirán por un instante.
“Los libros que utilicemos con nuestros hijos e hijas deben ser de colores atractivos, con poca lectura esta va aumentando de acuerdo a sus edades. Las imágenes deben ser claras y que hablen por sí solas. No debemos olvidar que los niños hacen una lectura de lo que entra por sus sentidos, por lo tanto, dará sentido a lo que sus ojos vean a través de las ilustraciones”, afirma Wuth. Su recomendación es que se debe implementar en casa o en el lugar donde los libros estén a su alcance y los puedan manipular con libertad, siempre con la mediación de los padres, los profesores o los cuidadores.

Agrega que se les debe leer en voz alta, siguiendo la lectura con el dedo para que se enteren de forma paulatina de que lo que dicen sus padres adquiere forma mediante las letras, que se lee de izquierda a derecha y que tiene un inicio y un final.

Los beneficios, describe la educadora chilena, son muy amplios y diversos:

  • Desarrolla el lenguaje tanto a nivel comprensivo como expresivo.
  • Estimula la imaginación.
  • Amplía el conocimiento.
  • Mejora la comprensión del mundo externo y de su mundo interno.
  • Cuando se les cuenta un cuento o una historia, ellos guardan y recrean su propia historia, su pasado, presente y futuro.
  • Ellos disfrutan de las aventuras que escuchan.
  • Se involucran en las historias aprendiendo a resolver sus conflictos al identificarse con los personajes.
  • Les brinda la oportunidad de compartir y reconocerse, conocer sus propios gustos y el de sus padres.
  • La lectura regala un momento de diversión y entretención familiar, de construcción de comunidad y de crecimiento conjunto.


El fomento de la lectura es además la apertura de un hábito que si se inculca desde edades tempranas puede perdurar hasta etapas más avanzadas de su desarrollo, favoreciendo su interacción con el conocimiento.
Alba Caraballo, editora de Guía Infantil, dice que hay un libro de cuentos para cada niño, “incluso para los que no les gusta leer”. Lo recomendable es buscar títulos que capten su atención. Pueden ser cuentos de aventuras, de princesas, de superhéroes. Lo que importa es que ellos se sientan atraídos por la historia y se conecten de este modo con el hábito.
Desde holadr. te invitamos a propiciar espacios de lectura con tus hijos, además de fortalecer habilidades cognitivas como la memoria, la atención, la concentración y la comprensión, es una actividad apasionante y divertida con múltiples beneficios.

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